Este tipo de pérdida auditiva implica el deterioro del oído interno. Los diminutos pelos que alinean el pasaje del oído y que transportan el sonido han sido dañados. Este tipo de pérdida auditiva es causada con mayor frecuencia por la exposición prolongada a altos niveles de volumen, infecciones bacterianas y virales, acumulación de líquido, trauma repentino en el oído y el proceso normal de envejecimiento. La pérdida auditiva neurosensorial no se puede tratar con medicamentos o cirugía: los audífonos son la única forma de tratar esta afección permanente.