La pérdida auditiva generalmente se produce gradualmente debido a la edad (presbiacusia) o a la pérdida auditiva inducida por ruido. Sin embargo, ciertas afecciones pueden causar pérdida auditiva súbita, incluida la exposición a un sonido extremadamente fuerte que causa daño inmediato, ciertas enfermedades, tumores, lesiones en la cabeza o el uso de medicamentos ototóxicos (“envenenamiento del oído”). En la mayoría de los casos, la audición regresará con el tiempo, ya sea por sí sola o mediante intervención médica, pero para algunos la pérdida auditiva puede ser permanente.
Fuente: Rexton